Jóvenes de IV medio de los colegios Sagrados Corazones de Alameda, Instituto de Humanidades Luis Campino, Seminario Pontificio Menor y Notre Dame son parte de la denominada Generación Jubilar que, este jueves 7 de agosto, peregrinó desde distintos puntos hacia la Catedral Metropolitana. 

En este lugar, se celebró la eucaristía, que estuvo presidida por el obispo auxiliar y vicario general de la arquidiócesis de Santiago, Monseñor Alberto Lorenzelli Rossi, quien destacó que el Jubileo es motivo de esperanza, de alegría y de encuentro familiar. Llamó a los jóvenes “a poner los talentos recibidos al servicio de los demás, tal como lo hizo Carlo Acutis, quien ayudó a las personas a acercarse a Dios, ustedes tienen el regalo de la vida y deben dejar una huella positiva entre quienes los rodean”.

En la oportunidad, los estudiantes estuvieron acompañados por sus padres, apoderados, profesores, equipos directivos, jóvenes embajadores de la Red, y autoridades del Arzobispado de Santiago.

Uno de los momentos más emotivos, fue la interpretación conjunta de los jóvenes de la canción “Sin Miedo” de Cristóbal Fones. Fue un llamado a comenzar una nueva etapa basada en la fe y esperanza.

La peregrinación tuvo un doble propósito. Por un lado, promover entre los jóvenes su rol como líderes capaces de construir una sociedad más justa, siguiendo el modelo de Carlo Acutis. Por otro lado, la Misa en la Catedral busca renovar públicamente la misión de la red educativa de "formar jóvenes apóstoles, peregrinos de esperanza", especialmente en un momento significativo: el próximo aniversario de la Red Educacional y la canonización de nuestro patrono.

Previo a la Misa, cada curso tomó una fotografía oficial al interior de la Catedral, como un significativo recuerdo de este histórico momento para cada uno de los colegios.

Sandra Urrutia, Gerente General de Carlo Acutis Red Educacional, señaló que esta actividad “busca acompañar hoy a los jóvenes de la Generación Jubilar 2025 en la Catedral, a un mes de la canonización de Carlo Acutis, es profundamente significativo. Esta Eucaristía no solo marca un hito en el cierre de su vida escolar, sino también el inicio de un camino al que se lanzan con fe, cantando sin miedo sigo tus pasos. Inspirados por Carlo, caminan con los pies en la tierra y el corazón en el cielo”.